Ferrol

La ciudad de Ferrol que conocemos hoy, nace como verdadero núcleo urbano a mediados del siglo XVIII, en la centuria dominada por el espíritu de la Ilustración. Es indiscutible que esta ciudad ha tenido una histórica dependencia del sector naval, del sector público y del militar, ya que fue creada por una R.O. de 1726 como base naval destinada a controlar los intereses marítimos de España.

Hasta ese momento, la población original estaba asentada en el espacio que hoy ocupa el barrio de Ferrol Vello, en un puerto al abrigo de una ría especialmente protegida de la costa. Esta situación geográfica luego sería determinante en la elección de este lugar como idóneo para el asentamiento de las factorías navales que posibilitarían su desarrollo posterior.

El Ferrol de la Ilustración (la ciudad del Arsenal al lado de la que se articula todo este territorio marcado por la huella de los Andrade y una de las puertas de entrada del Camino Inglés a Santiago) o el castillo de Moeche (protagonista del acontecimiento histórico de la Revolta dos Irmandiños) conforman la carta de presentación de estas tierras. Pero el norte de la provincia de A Coruña constituye un territorio excepcional donde el visitante podrá disfrutar de espectaculares arenales, de villas pintorescas que conservan la esencia de la Galicia más pura, de una gastronomía privilegiada y de unos espacios naturales únicos. El punto más septentrional de la Península Ibérica (Estaca de Bares), la laguna de A Frouxeira visitada cada año por miles de aves migratorias, los acantilados de Serra da Capelada de hasta 600 metros en vertical sobre el mar, el santuario de San Andrés de Teixido (donde “tendrá que ir de muerto el que no fue de vivo”) son enormes secretos que aguardan ser descubiertos por el viajero.